El saber de la realidad

Para debatir si existe una felicidad verdadera y una falsa habría que empezar conociendo la definición de felicidad. Yo creo que la felicidad como tal no tiene una definición concreta, ni mucho menos unos requisitos; más bien y bajo mi punto de vista, la felicidad es algo muy subjetivo. Subjetivo en el hecho de que no para todas las personas la felicidad es la misma, y no todas las personas entendemos la felicidad de la misma manera. Es por esto, que hablar sobre felicidad es hablar cada uno desde su propio parecer ya que nunca concordaremos en las mismas cosas que nos hacen felices. Es más, ser feliz constantemente es bastante complejo, pero, sin embargo, es uno de nuestros principales fines. Por ello, todos actuamos buscando nuestra propia felicidad, o la de nuestro al rededor que al fin y al cabo nos hace también felices a nosotros.  La disputa está en si somos realmente felices y por tanto existe una felicidad verdadera, o por el contrario pensamos que somos felices, pero en realid

Al ser este nuestro primer año de filosofía, no podré comparar las clases de filosofía que imparte mi profesor con profesores de otros años. La filosofía es una disciplina académica que nunca había pasado por mi mente, era totalmente ignorante de lo que la filosofía englobaba en sí misma, y es por esto por lo que me ha impactado tanto. Mi idea en las primeras clases de filosofía era que esta asignatura se asimilaba a historia, es decir, estudiar y soltar; sin embargo, estaba muy equivocada. La filosofía me ha hecho reflexionar sobre muchos ámbitos antes desconocidos, o incluso conocidos, pero de los cuales nunca había hecho una reflexión racional. La filosofía me ha abierto la capacidad de replantearme el mundo, ya que todo tiene una posible explicación lógica y no necesariamente científica.  Además, ver de esta manera la filosofía ha sido en gran parte gracias a la forma de enseñar del profesor. Un profesor al cual no le bastaba con soltarnos toda la teoría, sino que se ha empeñado en